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Hay una palabra, última en su especie, esperando a ser escrita,
hay una palabra que brota,
quebrando la tierra donde las ruinas fueron piedras erguidas,
donde sabemos algunos hombres últimos quisieron callarla.
Ahora vuelven a encenderse las voces del invierno,
las oigo esta noche mientras abrevan
de los charcos mismos donde brotan las palabras:
hoy, viernes, víspera de nada.
Espero esa palabra y que me alcance,
ausentarme de esta tristísima noche de otoño,
escribirla, lenta y clara,
sin saber si el tiempo acaba o simplemente se te olvida.
hay una palabra que brota,
quebrando la tierra donde las ruinas fueron piedras erguidas,
donde sabemos algunos hombres últimos quisieron callarla.
Ahora vuelven a encenderse las voces del invierno,
las oigo esta noche mientras abrevan
de los charcos mismos donde brotan las palabras:
hoy, viernes, víspera de nada.
Espero esa palabra y que me alcance,
ausentarme de esta tristísima noche de otoño,
escribirla, lenta y clara,
sin saber si el tiempo acaba o simplemente se te olvida.